miércoles, 4 de mayo de 2011

¿Existe el amor?


Ella me habló  del amor. Aquellas palabras, cuando  salían de su boca, parecían ir construyendo las realidades a las que hacían referencia.  Parecía tan convencida de lo  decía… utilizaba unos argumentos excelentes y jamás vi a  nadie rebatir opiniones como a ella.
Yo no creo en el amor. Hubo una época en que si lo hice. Hubo una etapa de ingenuidad en mí que, supongo que como al resto de personas, se nos ha ido creando desde que somos pequeños.  Siempre me han hablado del amor como  aquello a lo que hay que aspirar, esa meta a conseguir en tu etapa adulta. Es cierto que nunca nadie te lo plantea de esta manera, sino que la sociedad nos impone ese modelo de: o tienes pareja o quedas eternamente clasificada como la solterona. Pues bien, ¿alguien conoce a otra persona que sea feliz sin haberse enamorado? ¿Alguien conoce a otra persona que no se haya enamorado? Y lo más importante: ¿Qué es el amor?
Para mí el amor es un invento, si, un invento como la Navidad, el Día del Padre, de la Madre…  no hablo de un invento materialista, no, pero si de una realidad inexistente creada con mucho esfuerzo durante siglos por aquellos interesados en que olvidemos nuestros problemas, en que olvidemos que se están cargando el mundo que todo se va a la mierda. Entonces les vino a la cabeza la metáfora de la media naranja: ¡EUREKA! Debieron pensar. Pues bien, comenzaremos a hablar  a los demás de la necesidad de encontrar a esa media mitad para poder ser felices, para desarrollar de forma plena su vida, para sentirse realizados, para no sentirse discriminados, para que crean que saben lo que es el dolor, el sentirse despreciado y a la vez la persona más importante del mundo…

Ella escuchaba el dialogo de la otra interlocutora con máxima atención y pensando que todo aquello que su compañera decía no podía ser cierto, entonces preguntó:
-          ¿por qué dices todo esto? , ¿Nunca te has enamorado?
-          ¿acaso no es cierto? Soy una enamorada de la vida y de la belleza, de las cosas insignificantes para todo aquel inútil que no sabe apreciar lo verdaderamente importante……
P. se acercó a ella y le dijo:
-          Nunca te has enamorado
Entonces y sin previo aviso la miró  a los ojos y la besó como jamás nadie lo había hecho, la besó como solo se besa a aquella persona de la que te enamoras.

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